miércoles, 18 de noviembre de 2015

El aspirante

Las típicas novatadas en los colegios mayores españoles son un tema de debate y polémica. En España son defendidas bajo ese paraguas en el que se acogen barbaridades como la tauromaquia o tirar cabras de campanarios. En otros países estas pruebas y humillaciones son elegidas por el novato para entrar en una hermandad determinada, en nuestras universidades lo son simplemente para que te dejen en paz. Hay varios niveles, obviamente, pero las más agresivas y violentas son las más cinematográficas, y este año junto con la película Novatos de Pablo Aragües aparece el corto El aspirante, cuyo título confunde, quizás a propósito, con el objetivo de estas pruebas en los campus americanos.

Juan Gautier, curtido en el documental y en el corto de temática social (Metrópolis Ferry, Soy tan feliz...) nos ofrece un retrato vívido y feroz de esta costumbre, y consigue un gran realismo gracias a su perfecta puesta en escena, la acertada cámara en mano, el potente montaje y sobre todo gracias a las estupendas y realistas interpretaciones de su joven reparto. 

El problema del corto es que enseña todas las cartas en el momento uno, siendo una sucesión de situaciones impactantes donde los verdugos humillan a los novatos, los cuales, según su carácter y fuerza, las sobrellevan mejor o peor. Apenas hay trama ni progresión dramática. Uno de los novatos lleva la situación de forma distinta a los demás. Sin miedo, sin victimismos. Está dispuesto a pasar el trámite y contentar a los matones sin rechistar, aunque intuyendo su violencia y su agresividad. Y pese a lo esperado los veteranos se ensañan más con él, dispuestos a hundir a aquel que quiere parecerse a ellos y que saben que un día podrá hacerles sombra. Y obviamente, cuando los niveles de humillación suben, y especialmente cuando tocan la masculinidad del protagonista, la situación se complica y el aspirante se revela como lo que es, un igual que los otros, y decide saltarse el trámite de las novatadas para pelear desde el mismo nivel.
Patrick Criado como protagonista está perfecto, es un actor de una fuerza inusual y de grandes matices. Y en general todo el reparto es perfecto, con mención especial para Pepe Lorente, que clava el tipo de abusón pijo tan español, y para Ahmed Younoussi, que en su contradicción da verdaderamente miedo.
Finalmente el corto pone en foco el tema de las novatadas, pero no queda clara su intención. Si bien al final hay una especie de epílogo con las otras víctimas, no aporta ninguna solución ni propuesta al tema, y queda más como un estudio del abuso de poder y la agresividad que como una crítica con mensaje social.
Esa ambigüedad unida al poco desarrollo del guión deja la sensación de que el corto podría haber dado más de sí.

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